Japanese Maths professor talking about Maths and baseball to a 10 years old boy, a 30 years old female housekeeper in the background cleaning. Digital art.La fórmula preferida del profesor/ The housekeeper and the professor / Hakase no aishita sūshiki

2003 – Yoko OgawaHakase no aishita sūshiki / La fórmula preferida del profesor/ The house keeper and the professor

Lo primero que me ha llamado la atención de este libro es la diferencia de título entre la edición que he leído, en inglés, “la empleada del hogar y el profesor”, y en varias lenguas latinas incluida la castellana dónde la traducción es más cercana al original[1] y comprobar que efectivamente el título de la edición en inglés ha sido una licencia del traductor quizás con la intención de visibilizar a la narradora, que es totalmente ignorada en el título original, a pesar de que lo que cuenta es su propia historia y conocimientos.

Nos narra su experiencia como limpiadora de la casa de un antiguo investigador en matemáticas que tras un accidente no puede recordar nada después de 1975 y tan solo los últimos 80 minutos de su presente. Esta condición hace que cada día él la trate como si la acabara de conocer, repitiendo conversaciones y situaciones. Sin embargo, cada pequeña variación permite que su relación evolucione y así él acaba por conocer al hijo de ella, al que cada día vuelve a apodar con el mismo concepto matemático y al que empieza a enseñar su ciencia demostrando una genialidad pedagógica equiparable a su dominio de los números. De las explicaciones del profesor no solo aprenden madre e hijo sino también el lector y transciende que él tiene una forma peculiar de ver el mundo viendo la armonía y las relaciones matemáticas que se esconden en cada rincón de nuestra realidad y de nuestra vida diaria. Descubrir algunas de estas conexiones hacen que ella se vaya maravillando ante los nuevos significados que cada número va tomando. A medida que el libro profundiza en los números también lo hace en la humanidad y la ternura del profesor. Poco a poco se forja una gran amistad entre los tres personajes que desemboca en el despido de ella por la incomprensión de la cuñada que es quien paga, pero cuando esta se da cuenta de que es una amistad sincera la vuelve a contratar y madre e hijo permanecen en la vida del profesor hasta su muerte. El beisbol por sus características estadísticas se convierte en el elemento práctico que conecta el mundo del niño y del profesor. La pasión del profesor por los números acaba por llevar a “Root”, el niño, a convertirse en profesor de matemáticas el mismo. Y es que este libro si algo nos enseña es que la pasión por cualquier cosa es contagiosa y que un buen profesor es quien es capaz de explicar conceptos complicados de una manera sencilla, de proponer retos alcanzables a sus alumnos y de motivarles para conseguirlos. A mí personalmente como ex-estudiante de CC. Físicas el profesor me hace pensar en la pedagogía de Richard Feynman.

Aunque la narradora se centre en el profesor, lo cierto es que es ella quien está desentrañando la complicación de las matemáticas para el lector demostrando tanto su habilidad como la de la escritora que está detrás, lo cual hace más entendible la elección visibilizadora de la traducción inglesa del título.


[1] Ikuno, Y. (2017) Estudio lingüístico contrastivo de la obra Hakase no aishita sūshiki (La fórmula preferida del profesor) de Yoko Ogawa, en Estudios de Traducción7, 135-150

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