La hipótesis del lenguaje del pensamiento es una teoría desarrollada principalmente por el filósofo estadounidense Jerry Fodor, que sostiene que existe un lenguaje específico utilizado en los procesos mentales, que permite el desarrollo de pensamientos complejos a partir de conceptos más simples. Este lenguaje se llama mentalés y es un lenguaje no verbal e hipotético en el que los conceptos se representan en la mente.
Según Fodor, el mentalés tiene una estructura compuesta por elementos atómicos (como las palabras en el lenguaje natural) que pueden combinarse para formar representaciones mentales más complejas. Estas representaciones tienen una semántica composicional, es decir, el significado de las representaciones complejas se deriva de las reglas que determinan el significado de sus componentes. El mentalés se produce mediante configuraciones neuronales o bits de memoria y es procesado por la mente mediante operaciones computacionales.
La hipótesis del lenguaje del pensamiento tiene como objetivo explicar la existencia de estados intencionales (como las creencias, los deseos o las intenciones) en un marco fisicalista. El fisicalismo afirma que solo existen entidades físicas y que los estados y propiedades mentales son reducibles o supervenientes a los estados y propiedades físicas. Sin embargo, ¿cómo puede una entidad física estar relacionada con una proposición, algo que parece estar fuera del mundo físico? La solución de Fodor es postular que las proposiciones son representadas en el mentalés y que la relación entre el sujeto y la proposición es una relación causal entre estados mentales.
La hipótesis del lenguaje del pensamiento ha recibido numerosas críticas desde diferentes perspectivas. Algunos de los problemas que se le han atribuido son:
- El problema de la adquisición: ¿cómo aprendemos el mentalés si no tenemos acceso directo a él ni podemos comunicarlo con otros? ¿Cómo explicar la diversidad y plasticidad de los conceptos humanos si el mentalés es innato y fijo?
- El problema de la traducción: ¿cómo traducimos nuestros pensamientos expresados en mentalés a nuestro lenguaje natural y viceversa? ¿Cómo garantizar la correspondencia entre ambos niveles de representación? ¿Qué papel juega el contexto y la pragmática en esta traducción?
- El problema de la modularidad: ¿cómo explicar la interacción entre los sistemas modulares de entrada (que procesan información sensorial) y los sistemas centrales (que realizan operaciones cognitivas generales) si ambos utilizan el mismo código lingüístico? ¿Cómo evitar las interferencias o contradicciones entre ambos tipos de sistemas?
- El problema de la creatividad: ¿cómo explicar la capacidad humana para generar nuevos conceptos e ideas si el mentalés está limitado por un conjunto finito de elementos y reglas? ¿Cómo dar cuenta de las metáforas, las analogías o el humor si el mentalés tiene una semántica literal y rígida?
- El problema del innatismo conceptual: es una teoría que ha sido criticada por ser excesivamente radical y basarse en una concepción muy restringida acerca de cómo puede producirse la extensión y elaboración del sistema conceptual o de conocimiento inicial. Sin embargo, algunos argumentan que su innatismo conceptual resulta ser su mayor aporte filosófico, en especial por la incorporación de la noción de sentido común en el campo de la semántica informacional.
Estos son solo algunos ejemplos de las dificultades que plantea la hipótesis del lenguaje del pensamiento. A pesar de ello, esta teoría ha sido muy influyente en el campo de las ciencias cognitivas y ha abierto nuevas líneas de investigación sobre la naturaleza y función del pensamiento humano.